Peeling
- ¿Qué es un peeling?
- ¿Para qué sirve el peeling?
- ¿Cuáles son los riesgos de un peeling?
El peeling químico, consiste en la aplicación local y tópica de algunas substancias químicas capaces de producir una descamación de la piel que puede ser desde una descamación leve hasta producir necrosis (muerte celular) de la dermis, lo que significa que habrá una renovación y cambio de piel, actuando en el tratamiento del envejecimiento cutáneo mejorando la flacidez y arrugas, puede actuar en manchas de sol, melasma o aquellas producidas por pequeños traumas en la piel, también es útil en el mejoramiento de cicatrices y en algunos casos en el tratamiento del acné.
Los peelings son realizados preferencialmente en épocas de poca luminosidad como en invierno, para que el exceso de sol no perjudique la recuperación de la piel.
Cuando bien indicados los peelings, pueden producir resultados interesantes, pueden ser realizados en el rostro y cuerpo respetando las limitaciones y características de cada local.
Los peelings por su grado de penetración son clasificados en superficiales, medios y profundos, aunque este criterio no es absoluto ya que el mismo agente y concentración pueden variar dependiendo de la grosura y preparo de la piel a ser colocado, esta variabilidad es la que determina los riesgos y complicaciones, entre los cuales tenemos hipocromías (manchas claras) o hipercromías (manchas oscuras) algunas de ellas extremamente difíciles de tratar posteriormente.
La indicación, es la cuestión más importante en la realización de un peeling químico y cabe al médico, con su experiencia, analizar el tipo de piel, el tipo de lesión y procedimiento a ser utilizado.
El paciente, por su vez debe conocer el proceso, entender sus limitaciones, duración, recuperación, cuidados y tener una real expectativa de los resultados esperados.
Autor: Dra. Claudia G. Cardoza Cisneros de Oliveira
Categoria: Para pacientes